El chocolate como generador de felicidad.

Dicen que el chocolate produce felicidad y un placentero estado de ánimo. Los efectos paliativos del chocolate son conocidos por muchos, pero comúnmente la sabiduría pasa de boca en boca sin detenerse a saber el por qué real y científico de esta particular cualidad del chocolate. Bien, pues hicimos un pequeño paseo por la química y la psicología para desentrañar el por qué el chocolate es símbolo de felicidad y de tranquilidad.

Efectos psicológicos: la ansiedad y el anhelo por el chocolate están definidos por las influencias culturales, afectivas y los gustos de cada persona. Se trata de un círculo que genera acción y reacción infinitamente, pues los efectos fisiológicos del chocolate, que han demostrado ser favorables al ánimo, hacen que en el cerebro se cree y se arraigue una creencia al respecto, por lo tanto, el cerebro sabe qué efectos tendrá un chocolate y puede incluso comenzar a producirlos antes de la ingesta. Es una conducta aprendida.

Efectos fisiológicos: no solo hay estímulo y repuesta, también existen evidencias de las sustancias químicas que impulsan al consumo del chocolate en momentos de descontrol emocional.

1. Tranquilidad y felicidad. Cuando se consume chocolate, se induce la producción en el cerebro de una sustancia denominada triptofáno, vinculada a la serotonina. Esta es una hormona encargada de las sensaciones de tranquilidad, sedación y felicidad, y puede combatir a las sensaciones de angustia, tristeza o irritabilidad. 

2. Calmante por excelencia ante el síndrome premenstrual. La falta de magnesio es la responsable de los síntomas premenstruales. El chocolate es rico en magnesio. Ergo, el chocolate ayuda a nivelar el magnesio en el cuerpo, equilibrando las sensaciones emocionales durante el periodo premenstrual. 

3. Estimulante natural. El chocolate contiene teobromina, alcaloide que tiene efectos directos sobre el organismo. En concreto, actúa como diurético y estimula el sistema renal. El chocolate ejerce un efecto estimulante del sistema nervioso central similar al de la cafeína. El contenido de cafeína de una taza de café es 100 miligramos, la teobromina constituye el 2% del grano de cacao, y unos 200 miligramos de teobromina están presentes en una tableta mediana. Algunos expertos piensan que la feniletilamina, sustancia del grupo de las endorfinas, es la que genera las supuestas propiedades adictivas del chocolate. La feniletilamina tiene un efecto similar al de la anfetamina, es decir, mejora el estado de ánimo.

4. Saciedad y rapidez mental. El chocolate contiene grasas que provocan una sensación placentera de saciedad. Los carbohidratos presentes en el chocolate hacen que tras varios procesos químicos, se incremente la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, lo que tiene como consecuencia una mayor fluidez mental. Se ha dado el caso de alcohólicos que en periodo de abstinencia sienten el deseo de comer chocolate como sustituto del alcohol, ya que éste se metaboliza, al igual que el chocolate, como un carbohidrato.

5. Adicción. El chocolate contiene un compuesto químico denominado anandamina que activa los mismos receptores cerebrales que se ponen en funcionamiento por la marihuana. Por ello, científicos estadounidenses llegaron a la conclusión de que el chocolate tomado en cantidades superiores a las que hay en una tableta induce una sensación placentera y de bienestar. Ahora bien, el cacao y el chocolate puro contienen, al menos, el doble de esa sustancia que el popular chocolate con leche.