Nueva medida contra la obesidad infantil

La batalla contra la obesidad infantil es cosa seria. En Estados Unidos, que ha liderado las listas de los países con mayor índice de sobrepeso y obesidad en niños durante algún tiempo, se están tomando nuevas medidas para apoyar los programas oficiales.

La nueva propuesta gubernamental impulsada en conjunto por la Casa Blanca y el Departamento de Agricultura estadounidense, prohibirá la publicidad de refrescos y alimentos poco saludables en las escuelas públicas durante el horario escolar. Es decir, los soportes en el interior y alrededor del campus escolar (máquinas expendedoras, tableros de menú, pósters en paredes) no podrán anunciar ningún tipo de productos que se consideren como «alimento basura» (refrescos y bebidas azucaradas, botanas, dulces, golosinas procesadas, etc.).

Según la Federal Trade Commission en Estados Unidos (Comisión Federal de Comercio),más del 90% de la publicidad en escuelas estadounidenses está enfocada en alimentos basura, principalmente refrescos y otras bebidas azucaradas. Además, las compañías productoras gastan alrededor de 150 millones de dólares (al menos en 2009) en acciones de marketing dirigidas a los estudiantes en escuelas primaria y secundaria. 

La publicidad en las escuelas es un acción de marketing que ha resultado eficiente durante años y, según ha considerado el Gobierno Estadounidense, ha contribuido al consumo peligroso de alimentos no saludables en los niños, aportando así un importante incremento en la obesidad infantil.

Esta nueva regla oficial se suma a los programas que la primera dama, Michelle Obama ha desarrollado e implementado en los últimos años. La mejor noticia es que han rendido frutos, pues un reciente estudio federal indica que entre 2003 y 2012, la obesidad entre los niños pequeños (2-5 años)se ha reducido en un 14%.