Alacena, @AlacenaCC
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A lo mejor has escuchado de la sinestesía pero no sabías bien a bien en qué consistía. La semana pasada se llevó a cabo un evento donde Hugo D'Acosta condujo una experiencia sinestésica con los vinos de Casa de Piedra.
La sinestesia es una facultad que poseen algunas personas consistente en experimentar sensaciones de una modalidad sensorial a partir de la estimulación de otra distinta. También son frecuentes las asociaciones sensoriales dentro de la misma modalidad, como asociar colores a letras, números y palabras. Un sinestésico puede oír los colores, ver los sonidos o saborear la textura de un objeto.. La sinestesia pone de manifiesto que la realidad no es igual para todos, que algunos de los que nos rodean pueden tener una experiencia distinta del mundo.
La sinestesia suele darse en mayor número en mujeres y se asocia normalmente con una memoria extraordinaria. Además, esta experiencia, curiosamente, se ve acentuada en periodos depresivos.
Aproximadamente una de cada 2000 personas son sinestésicas, pero se sabe muy poco de las causas que la originan. Lo poco que conocemos es que todas las personas nacen sinestésicas y, tras un tiempo, las sensaciones sensoriales se van segregando por procesos naturales de muerte neuronal… pero, de forma desconcertante, no en todos los sujetos se pierden las sinapsis entre las distintas áreas sensoriales.
Un sujeto con esta facultad es capaz de recordar el nombre de una persona o una cifra por el color o el aspecto que tienen, porque las formas, colores, sabores y demás sensaciones sensoriales que asocian a una determinada percepción suelen ser constantes, invariables desde su infancia. Es más, pueden acordarse del color o la forma que tiene el nombre de alguien… pero no recordar la palabra en sí. Por eso les genera tanta extrañeza ver números o letras con otro aspecto, por ejemplo, un 3 o una e azul, cuando para ellos siempre fueron verdes. Debido a esto último, la sinestesia es también terreno abonado para el estudio de las emociones. En estos sujetos se produce una conectividad anatómica no habitual entre diferentes módulos sensoriales de la corteza.
En general, la sinestesia del color sugerido por las percepciones olfativas de los diversos alimentos es semejante a las obtenidas en los perfumes: tanto la comida como el vino producen impresiones bastante bien definidas.
A través de la experiencia sinestésica conducida por Hugo D'Acosta, los asistentes pudieron comprobar de qué manera influye el color y el sonido en la percepción del sabor. Se probaron 4 añadas de Vino de Piedra (2009, 2010, 2011 y 2012) y los resultados fueron totalmente distintos para cada individuo. De esta forma, un vino que era bebido en ambiente con luz azul y música relajada cambiaba si era bebido bajo luz roja y música rítmica a alta velocidad.
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